Los objetivos
Como homenaje al bicentenario un grupo de Guías de Montaña de Huaraz planificó una expedición al Huascarán, la montaña más alta de nuestro país. Asistimos delegaciones de montañistas y escaladores de diversas partes del Perú y del extranjero con el objetivo de llevar un mensaje de unión en momentos donde hemos visto a nuestro país tan polarizado y fomentar el turismo, sector golpeado por el Covid-19.
El evento se realizó entre el 19 y 24 de julio bajo dos modalidades, la primera con el objetivo de alcanzar la cumbre y la segunda con el objetivo de realizar actividades en el Campo 1 de Huascarán.
El reto
Subir montañas es una actividad que requiere aclimatación, preparación física y conocimiento técnico para poder disfrutar de la experiencia de manera responsable.
La delegación de Lima, de la cual fui parte, fue preparado por la Escuela de Montañismo, Zenda, donde nos entrenan físicamente mínimo dos veces a la semana vía online, aclimatamos en diversas rutas de la Cordillera Central por varias semanas y nos prepararon con conocimientos de nudos y rescate. Asimismo, las diversas delegaciones se prepararon arduamente para el reto físico y mental.
Durante la expedición
Previo a la expedición tuvimos charlas sobre montañismo responsable y recuperación de glaciares.
Iniciamos la expedición en el pueblo de Musho (3100 msnm), desde donde se visualiza las dos cumbres del Huascarán, con una ceremonia donde participaron autoridades de Ancash.
Luego, comenzamos la caminata hacia el Campo Morrena, donde se ubica el Refugio Huascarán (4700 msnm) junto con Guías Certificados de Alta Montaña, autoridades de Dircetur Ancash, Parque Nacional Huascarán y delegaciones de montañistas y escaladores.
Acampamos alrededor del Refugio Huascarán temprano y al día siguiente subimos al Campo 1 (5200 msnm) por un camino con enormes piedras.
Luego de acampar en el Campo 1, por la madrugada un grupo salió a coronar cumbre (6768 msnm), sin embargo, por el peligro ocasionado por fuertes ventiscas solo un reducido grupo pudo realizarlo. Mientras tanto, otro grupo permaneció en Campo 1, donde aprovechamos en aplicar lo aprendido en las charlas y realizar actividades de concientización ambiental.
La experiencia
La Expedición del Bicentenario fue una experiencia enriquecedora como montañistas y como personas.
En momentos como ahora es importante permanecer unidos trabajando bajo un mismo objetivo sin importar nuestras diferencias. Cuidar nuestro país es también visitarlo de manera responsable y mantenerlo limpio para que las futuras generaciones lo puedan conocer tan hermoso como lo encontramos ahora.
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